Dos meses después de su presentación a la prensa, Harry y Meghan bautizaron a Archie en la capilla privada del castillo de Windsor. El bebé permaneció despierto a la hora de participar en la foto familiar. Relajado y protegido por los brazos de su madre, el pequeño se mostró avispado y atento. Kensington Palace/Instagram
Su actitud risueña siguió dejando su marca en las fotografías que protagonizaba. En aquel viaje, los duques se encontraron con Desmond Tutu, Premio Nobel de La Paz y activista contra el apartheid (segregación racial), fue entonces que Meghan definió a su pequeño hijo como "un alma vieja". Crédito: The Grosby Group