El matrimonio de Carlos y Diana se rompió luego de un accidente en la nieve: la historia
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Gracias a la serie tomó auge el 'accidente de la avalancha', un desafortunado altercado en el que estuvo presente el rey Carlos en marzo de 1988.
Para biógrafos como la experta en realeza Tina Brown, este accidente fue el punto que acabó por quebrar la relación entre la fallecida princesa Diana y Carlos, perdiendo desde entonces cualquier esperanza de perdurar para la posteridad.
Los hechos en la serie están un tanto exagerados por fines narrativos, pero una rápida revisión a las noticias de aquella época y a los libros de Brown revela cómo se vivió uno de los momentos más tensos en el entonces matrimonio de Gales.
Todo comenzó cuando el entonces príncipe Carlos y la princesa Diana volaron a Suiza para unas vacaciones en la nieve. La pareja real alquiló un chalet cerca de la estación de esquí de Klosters-Serneus.
A diferencia de otros centros turísticos, Klosters no es conocido por su brillo y glamour. El esquí es el asunto principal y, de hecho, la comunidad destacaba como una de las opciones preferidas para los deportistas con poco presupuesto.
Además de lo anterior, no fue precisamente una escapada romántica, pues la pareja viajó con un grupo de amigos que incluía a Sarah Ferguson (primera esposa del príncipe Andrew).
El 10 de marzo se suscitó la tragedia: el ahora rey estaba esquiando con un grupo de cinco en una ruta no marcada en la montaña Gotschnagrat. A los pocos minutos, se produjo una fatal avalancha.
Si bien Carlos escapó ileso, un miembro de su grupo resultó gravemente herido. Otro más, el mayor Hugh Lindsay, no sobrevivió.
Lindsay fue asistente de la reina Isabel II y amigo cercano de Carlos, quien según los titulares de esa época estaba visiblemente angustiado y llorando cuando el helicóptero de rescate lo recogió.
Diana y Ferguson se habían quedado en el chalet ese día, y después del accidente, el grupo real voló a Londres para entregar el cuerpo del mayor Lindsay a su esposa, Sarah Horsely.
Enseguida, ocurrió un hecho que ventiló los conflictos maritales entre Diana y Carlos: en lugar de acompañar a su esposo a la residencia de Highgrove, Lady Di regresó al palacio de Kensington junto a Sarah Horsley para consolarla.
De acuerdo a la escritora Tina Brown, Horsley ganó una amiga cercana ese día, pero Carlos acabó por perder a su esposa. Durante años, Diana culpó a su marido del accidente:
A pesar de todo, Carlos regresó a vacacionar a Klosters en 1989, y volvería en los años consecutivos junto a sus hijos William y Harry.
Diana nunca volvió a aquel lugar. Ese gesto significó para muchos, solidaridad permanente con su amiga: la viuda Sarah Horsely.