200 vinos latinoamericanos entre los ganadores del Concurso Mundial de Bruselas

Desde hace veinte años el Concurso Mundial de Bruselas reúne a narices expertas (enólogos, críticos de vino, compradores regulares, investigadores y periodistas) en una cata a ciegas para calificar la calidad de etiquetas de vino de todo el mundo y otorgar medallas (de plata, oro y gran oro) que los consumidores pueden identificar como un sello de calidad.
Aunque este concurso tiene una participación preponderantemente europea, hay países latinoamericanos que han incursionado con buenos resultados y han hecho notar los estilos enológicos que se realizan en el Nuevo Mundo. En una sola edición, la número 22 (celebrada recientemente en Blovdiv, Bulgaria), países vitivinicultores como Chile, Argentina, México y Uruguay sumaron más de 200 medallas.
De estos cuatro países latinoamericanos, Chile fue el más destacado, con 158 medallas: 87 de plata, 71 de oro y una medalla Gran Oro para la etiqueta Zardoz 2014 del Valle de Maipo.
Entre los vinos concursantes, los de Argentina se hicieron de 21 medallas, los de México ganaron 20 (destinadas a las bodegas de mayor tradición en este país como Casa Madero y Monte Xanic) y los de Uruguay obtuvieron tres medallas.
Para otorgar las medallas, el concurso realiza sesiones de cata a ciegas. En ellas, en condiciones ideales los jurados pueden probar alrededor de hasta 50 vinos por día. Los jurados desconocen la identidad del vino, su rango de precio o puntajes en otros concursos.
Este concurso está abierto a todas las etiquetas que cumplan con las definiciones sobre qué es un vino dispuestas en el Código Internacional de Prácticas Enológicas (OVI). Cualquiera puede inscribir su vino sin importar que éste sea costoso o económico, siempre y cuando el producto indique en la etiqueta su país de origen y el lugar en el que se cosecharon las uvas para su elaboración.
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