Cómo conseguir con un tuit que Gina Rodríguez te preste su vestido para el prom

Con una devoción que solo una jovencita de 17 años puede tener por los poderes de internet, Jessica Casanova decidió arriesgarse a escribirle en Twitter a la reconocida actriz Gina Rodríguez.
No tenía por qué temer, Gina, la protagonista de su serie favorita, ya le había contestado un par de mensajes anteriores. Así que valiente, Jessica se atrevió a hacerle una indiscreta solicitud. Quería pedirle prestado el hermoso vestido azul de Zac Posen que ella había usado en los pasados premios Golden Globes.
“Solo pasó una hora y Gina me respondió. Yo no lo podía creer”, cuenta Jessica emocionada del otro lado del teléfono. “Me dijo que ese vestido azul había sido solamente un préstamo de la marca Zac Posen y que ella no lo tenía, pero que sí tenía el negro de Badgley Mischka que había usado en 2015 para los Golden Globes pasados en los que había ganado su primera estatuilla”.
Por supuesto, fue su madre la que hizo un llamado a la cordura. Ella no podía creer que toda una celebridad simplemente decidiera prestarle el vestido a una entusiasta muchachita que le había escrito a sus redes sociales. “Empezamos a intercambiar mensajes en privado con Gina y ella me pidió los datos de mi madre para que sus asistentes se encargaran del envío. Ahí mi mamá sí creyó que todo era verdad y posible”.
Gina Rodríguez había entendido perfectamente el efecto que su precioso vestido tendría en la vida de Jessica, quien como toda las niñas sueña con tener un vestido inolvidable el día de su Prom y quien además compartía con ella sus raíces latinas al ser hija de un puertoriqueño y una italiana. Solo le puso una condición. Podría modificarlo en caso de necesitarlo, pero no podía cortarlo, porque al ser el vestido con el que había ganado su primer Golden Globes quería guardarlo para su hija.
Jessica Casanova recibió en su casa, en Bufalo, el vestido en una caja de Fedex y asistió a su prom con el traje strapless negro de amplia cola que parecía imposible de alcanzar. Luego tuvo los avatares propios de una fiesta de graduación. No era tan fácil caminar, muchas amigas le dijeron que su vestido opacaba el de todas las demás y sus maestros le pidieron que estuviera tranquila, no fuera a estropear semejante joya. Ella, incauta, inundó las redes sociales con su pequeño triunfo hecho vestido.
Hoy, con el traje listo para ser devuelto y con sus fotos merodeando muchas páginas de internet, un nuevo destino parece haberle aparecido al vestido.
“El grupo de fans de Gina ha sugerido hacer de este, un traje viajero, uno que vaya a muchas casas y haga el sueño realidad de niñas que como yo, siempre ve imposible usar vestidos que estén verdaderamente a la moda por ser muy caros. Solo espero que todas las niñas lo cuiden y lo valoren tanto como yo para que pueda cumplir su destino final”, concluye Jessica que le demostró a su mamá y al mundo que las redes sociales tienen superpoderes y que Gina Rodríguez es una de las actrices más entrañable y cool de todo Hollywood.
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