Consejos para detectar y evitar el ciberbullying o ciberacoso escolar

Cuando éramos niñas, el bullying era una cosa del patio del recreo. Sabíamos que en la escuela siempre estaba ese niño o niña que aprovechaba cada oportunidad para hacernos la vida de cuadritos, pero todo acababa al final del día escolar.

Nuestros hijos y jóvenes de hoy viven una realidad diferente. Cada vez más, vemos que las conexiones escolares van más allá del patio del recreo y empiezan a llegar a través de mensajes de redes sociales, mensajes en el celular… Y esto significa que hay amistades más fuertes, pero también que el bullying llegó a la casa.

Te compartimos algunos tips para poder detectar y  afrontar el ciberbullying con tus hijos, sobrinos o jóvenes cercanos.

Parece que todo puede ser bullying, pero en realidad el bullying es una forma de agresión muy específica: es intencional, repetitiva e involucra un desequilibrio de poder. Por ejemplo: Juanito es más grandote que Diana, y entonces usa su fuerza para quitarle el lunch diario.

¿Cómo se traduce esto al ciberbullying? Diana tiene más habilidad para hacer fotos chuscas en la computadora, y usa eso todas las semanas para postear fotos burlándose de Juanito en Facebook.

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A veces, pensamos que es súper claro quién es la víctima y quién es el perpetrador… Pero, antes de llegar a conclusiones, es muy importante oír todos los lados de la historia. Lo mejor es verdaderamente resolver conflictos, no simplemente culpar al otro.

¡ No todo lo que pasa en Internet es malo! Muchos papás preferirían que sus hijos de secundaria no estuvieran en Facebook o no usaran celulares para no ver violencia a través de ellos. Tenemos que recordar que, por todos los aspectos malos, también hay muchos aspectos buenos (que estaremos cubriendo en este blog) que ayudarán mucho en el crecimiento de los jóvenes.

¿La mejor idea es llamar a la policía? Las investigaciones sobre bullying indican que, al criminalizar a jóvenes involucrados en la práctica, no se ha logrado reducir el bullying en las escuelas. Es decir: criminalizar no funciona.

¿Qué sí funciona? Empezar intervenciones de bullying en escuelas. Por eso, en vez de reportar a un niño a la ciberpolicía, podría ser una mejor idea informar a la escuela y a la Secretaría de Educación Pública (si vives en México).

Alerta: si sospechas que no es algo entre jóvenes, sino que en realidad hay adultos involucrados, definitivamente debes reportar el tema a la ciberpolicía.

Es importante crear espacio para que los jóvenes confíen en nosotros y puedan hablar acerca de sus preocupaciones. En vez de asediarlos cuando usan redes sociales, crea espacios de diálogo.

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Algunas ideas para lograr esto: dedicar minutos cada semana a que todos los de la familia compartan 3 publicaciones que hayan visto en Facebook (una graciosa, una importante, una preocupante); pedir consejos a adolescentes sobre cómo resolver conflictos en Facebook para explorar los escenarios con ellos; ¡no juzgar o callar a los jóvenes cuando hablan del tema!

¿Tus hijos han sufrido de ciberbullying? ¿Qué recomendaciones tienes tú?

Perfil: Índira Cornelio y Mariel García