Promesas rotas, indignación y ley: así fue el día en que los padres de Karla Luna se quedaron (otra vez) sin sus nietas
La cita para la audiencia en la cual se determinaría si sustraído de manera ilegal a las dos hijas que tuvo con la 'comare morena', estaba prevista para ocurrir a las 3:30 de la tarde, hora de México. El primero en llegar fue Américo, quien entró por la parte trasera de las oficinas de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, una hora antes de la cita para evitar a los medios de comunicación que se encontraban en el lugar.
Faltaban 10 minutos para las tres de la tarde cuando a bordo de un coche blanco llegaron los padres de Karla Luna, los señores Josefina y Rubén Darío; acompañados de los hijos mayores de la fallecida comediante, Stephany y José Rubén. Juntos aguardaron afuera de la procuraduría hasta que llegó su abogado, Gabriel Guajardo, quien les pidió estar tranquilos a la espera de que este asunto legal, que comenzó cuando Américo Garza se llevó el pasado 5 de octubre a Sara Valentina y Nina Victoria -de 8 y 5 años de edad- de casa su abuela materna, se resolvería.
A la entrada del edificio, familiares y abogado entregaron sus identificaciones personales para subir al segundo piso. Ahí, en la sala cuatro, ya se encontraba sentado Américo Garza junto con su grupo de abogados, frente a la derecha del juez Arturo De Luna Montemayor, encargado del caso.
Del lado izquierdo se sentó la mamá de Karla Luna, doña Josefina, quién en octubre pasado levantó una denuncia por ‘Sustracción de menores’ contra Américo, luego de que este se llevara a las niñas de su domicilio "con engaños y a la fuerza", según se explica en el acta acusatoria.
En punto de las 6 de la tarde el juez dio un receso en el cual Erika, hermana de Karla, salió a fumar junto con su esposo, mientras el resto de la familia se quedaba a la espera de saber si por fin podrían ver nuevamente a las niñas.
La audiencia continuó mientras Américo Garza, actual esposo de Karla Panini, la excompañera de Karla Luna, se mostraba nervioso y por momentos se encorvaba, luego levantaba el cuello, enderezaba el cuerpo y se frotaba la espalda. Mientras, doña Josefina veía a sus nietos mayores, quienes estaban sentados en la parte trasera de la sala; con la mirada parecía tranquilizarlos, pero la familia entera tenía cara de preocupación, como si de alguna manera presintieran el resultado que más tarde dictaría el juez.
Mientras la junta ocurría, varios testigos del próximo caso se asomaron atrevidamente a la audiencia y escucharon que el caso no iba a bien para Luna y su familia; su reacción fue de decepción cuando el juez prosiguió diciendo: “Al ser su padre queda derribada la idea de que pudiera ser culpable del término de sustracción de menores”, y continuó señalando que a la muerte de Karla jurídicamente las cosas habían cambiado, por lo que a pesar de que la conductora tenía la guarda y custodia de las pequeñas, después de su fallecimiento, por términos legales, esto ya no sería así.
Sorprendidos, los familiares de Luna comenzaron a verse entre sí: doña Joséfina cubrió su boca con la mano mientras el juez daba por terminada la audiencia. Luego del veredicto la hermana de Karla salió de prisa de la sala, con los ojos llorosos.
Américo se despedía de sus abogados tranquilo, mientras lo felicitaban con un abrazo para luego detener el flujo de gente que se arremolinaba en torno a él y sacarlo de la sala custodiado por ellos mismos. En ningún momento, los padres de Karla Luna o sus hijos cruzaron la mirada con el exesposo de la 'lavandera morena'.
Al salir, Gabriel Guajardo, abogado de Karla Luna, habló con Univision Entretenimiento y dijo que se trataba de un "juez sobrado" y que apelarían. Américo salió a toda prisa y se limitó a decir: "Allá están los abuelos", dando a entender que serían ellos quienes hablarían.
La familia, desconsolada, dio una declaración en exclusiva para Univision Entretenimiento, en la que aseguraron que la resolución judicial era un crimen para los abuelos.
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