Jomari Goyso estuvo a punto de ser papá: esa y otras intimidades revela en 'Desnudo'

Cuando su primer libro 'Desnudo' porque ahí queda en blanco y negro quién es y qué situaciones, algunas de ellas aterradoras, le han convertido en el hombre que hoy ama, pero que durante mucho tiempo odió y fue su peor enemigo.

"No me importa que me juzguen, es mi vida", declaró este lunes en entrevista exclusiva con Pamela Silva-Conde, en Primer Impacto, en medio de la cual, con el rostro bañado en lágrimas, recordó una de las peores vivencias de su existencia y que relata con detalles en 'Desnudo': el momento en que tres malechores, colocándole un frío cuchillo en el cuello, lo atacaron.

El paso de un carro por el lugar, asustó a los individuos, lo que le dio tiempo para "subirme los pantalones" y correr "como un hombre, no como un niño asustado".

"Ese día murió el niño (...) Me mostraron una realidad del mundo que nadie me había contado", dijo sobre el incidente del cual estuvo sin hablar durante 20 años. "No podía ni mencionarlo", confesó entre sollozos.

Otra de las experiencias que lo estremeció fue cuando ya vivía en los Estados Unidos, a donde viajó buscando ser fiel a su destino. Y mientras se establecía, "hubo una temporada en que me quedo sin dinero. Llegó la noche y no tenía dónde dormir". Entonces, tras evaluar las distintas alternativas, sintió que estaría seguro durmiendo en el tejado.

"Nunca sentí que era 'homeless' (desamparado, sin techo)", aseguró. La experiencia le permitió valorar una vez más su valentía y resilencia. "Si ya he dormido en la calle, qué no puedo hacer", añadió.

En la entrevista, Jomari Goyso destacó una vez más el papel que tiene su ya fallecida abuela Rosalía en su vida, pues fue la primera en entender que aunque él (en aquél momento) era el único varón de la familia, no sería quien se encargaría del negocio de ganadería y el mantenimiento de las fincas.

Fue ella la primera en decirle "tú vas a estar en la televisión".

Doña Rosalía se encargó de amarlo tal como era. Aunque el resto de su familia lo amaba también, él sentía que "todos querían que fuera alguien que yo no era". Ese sentimiento y el sobrepeso que lo hizo blanco fácil de los acosadores, se convirtieron en los enemigos más dañinos de Jomari, quien anteriormente ha confesado que deseaba morir.

No reparte culpas, pues a estas alturas ya tiene la sabiduría y madurez para entender las distintas situaciones que tuvo que enfrentar para hacer realidad su sueño, no el de nadie más.

Una de sus mayores ilusiones es convertirse en padre y está convencido de que ya conoció a su hijo, David, en la República Dominicana. Cumplió con todos los requisitos y esperó, pero en la isla está prohibido que personas solteras adopten. Aún así Jomari Goyso no pierde la esperanza.