Una vez censuraron a Batman por supuestamente andar de mañoso y tal vez no sabías
Batman recién cumplió 80 años desde su primera aparición en Detective Comics #27. A partir de ese entonces ha revolucionado la industria de los héroes enmascarados.
La mayoría de los amantes de los cómics están familiarizados con la dupla que forman Batman y Robin: por un lado un héroe adulto que pelea por la justicia, y por otro, el fiel acompañante y aprendiz que en ocasiones ha servido como brújula moral para el murciélago.
Actualmente es normal ver al llamado «Dúo dinámico» en las páginas de los cómics y no levanta sospecha alguna, pero eso no siempre ha sido así.
Fredric Wertham era un respetado psiquiatra alemán que pasó tristemente a la historia por querer boicotear a los superhéroes más amados de los cómics, utilizando argumentos que hoy en día serian impensables por el odio y la ignorancia en que están basados.
En 1952, Wertham publicó un libro titulado Seducción de los Inocentes, en el cual despotrica en contra de los personajes de cómics, a los que considera dañinos para la juventud. El autor argumentaba que no eran apropiados debido al alto contenido de violencia, drogas, crímenes y sexo que mostraban en sus páginas.
Por ejemplo, en su libro describe a Wonder Woman como una lesbiana y un pésimo ejemplo para los niños porque su poder y su independencia solo crearían una confusión entre las jovencitas, además de incitarlas a relacionarse sexualmente con otras mujeres.
Para el doctor Wertham "uno de los afrodisíacos mentales del cómic es dibujar los senos de las mujeres de manera que resulten sexualmente excitantes".
Pero el caso más famoso de sus libros fue sin duda la crítica a Batman y Robin, a quienes consideraba como «El sueño hecho realidad de los homosexuales: poder vivir juntos», algo que el psiquiatra consideraba especialmente aberrante. En ese entonce la Asociación Americana de Psiquiatría aún consideraba a la homosexualidad como un trastorno psiquiátrico.
Quizás a manera de reto o sólo por simple casualidad, en el mayor apogeo del libro de Wertham, los autores de Batman comenzaron uno de los tomos con una viñeta en la cual el joven Dick y Bruce Wayne despertaban juntos en una cama.
También, Wertham justificó su trabajo con otra famosa escena de los cómics en donde Robin aparece justo cuando Bruce Wayne está tomando una ducha, luciendo el cuerpo desnudo únicamente censurado por el vapor del agua caliente.
Las palabras de Wertham y las supuestas evidencias hicieron que los padres de familia exigieran la creación de un ente que regulara el contenido de las historietas, lo que dio origen al Comics Code Authority, un organismo compuesto por representantes de las principales editoriales dedicado a autocensurarse para evitar la ira del gobierno de los Estados Unidos.
Debido a la intervención de este organismo, se crearon nuevas reglas que limitaban la creatividad de los autores, al obligarlos a siempre hacer que el bien triunfe sobre el mal o que los delitos jamás sean retratados como una actividad decente o digna de respeto, pero las normas y sanciones más duras recaían en temas relacionados con la sexualidad.
Por ejemplo, jamás deberían representarse relaciones sexuales ilícitas (en ellas entraban las homosexuales), ni desviaciones sexuales agresivas ni nada que pudiera vulnerar a la moral de la época.
También se trataron temas acerca de cómo tenían que resolverse algunos «malos entendidos» que surgieron al respecto de la orientación sexual de Batman, como la aparición de un nuevo personaje que acallaría todos los rumores: Batwoman.
Esta mujer serviría como una figura maternal para el joven maravilla y como la pareja sentimental del murciélago, y serviría de base para crear un nuevo concepto: la batifamilia, a la cual pronto se integró Batichica como un interés romántico de Robin.
Kathy Kane y Betty Kane fueron las primeras Batwoman y Batgirl respectivamente, eran tía y sobrina (lo aclararon desde el inicio para no meterse en más problemas con insinuaciones de una madre soltera), y con ellas llegó Ace, el batiperro de la raza gran danés.
No conformes de obligar a los autores de modificar tan drásticamente su historia decidieron terminar con el último cabo suelto, Alfred. Para Wertham y la Comics Code Authority era demasiado sospechoso que tres hombres estuviesen viviendo solos bajo el mismo techo, por lo cual el mayordomo de los Wayne falleció por vejez en 1964.
Evidentemente todos esos cambios, aunados con el tono cómico que estaban teniendo las nuevas historias de Batman, hicieron que las ventas de los cómics cayeran en picada, algo que DC no podía seguir aguantando. La empresa decidió abandonar esa línea argumental, pero la aprovecharon para otros proyectos, como la serie televisiva de Batman de los años 60.
Resultado de los desastres de Comics Code Authority, Batwoman casi queda en el olvido y Batgirl no tuvo un protagonismo real hasta 1988, cuando el maestro Alan Moore la usó para el arco principal de una de sus obras más emblemáticas: Killing Joke.
Actualmente Batwoman está retomando cierta popularidad, pero su personaje fue transformado totalmente. Curiosamente pasó de ser la esposa perfecta para Batman a ser una justiciera un tanto agresiva pero respetuosa de los códigos morales del murciélago, además de que es irónicamente lesbiana.
La Batgirl original, Betty Kane, también fue modificada. Su nombre pasó a ser Bette Kane y su alter ego Flamebird, en ocasiones aparece junto a Batwoman con un papel similar al de Robin, además es miembro de los Teen Titans.
La sexualidad del murciélago sigue siendo tema de debate. En el 2006, en una entrevista para el American Oscar show, el actor George Clooney —famoso por interpretar una de las peores películas de Batman— aseguró que su versión del murciélago no era heterosexual.
En el 2008, el autor italiano Marco Mancassola escribió un libro titulado Erotic Lives of Superheroes, en el cual aborda uno de los aspectos más ignorados por los autores en los últimos tiempos: la sexualidad de sus personajes.
La historia de este libro sucede años después de los tiempos de gloria de Batman, en donde retrata al hombre murciélago como un envejecido playboy cuya pareja sentimental es nada más y nada menos que Robin. Debido a su enorme narcisismo, busca también aventuras con hombres jóvenes.
¿Cuál es tu opinión? ¿la sexualidad de tus héroes favoritos modificarían en algo la iración que tienes por ellos?
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