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El peor día de Jacky Bracamontes: lo que ninguna madre quiere vivir

Tras varias desilusiones amorosas, encontró a su príncipe azul y comenzó a construir una familia. Los cuentos de Disney que tanto disfrutaba de niña, parecían convertirse en su realidad. Quedó embarazada, de gemelos, un niño y una niña. Todo fue perfecto hasta el Viernes Santo de 2013.
12 May 2017 – 12:14 PM EDT
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Impotente, acostada en una camilla y sin sentir nada de la cintura hacia abajo, Jacky Bracamontes rezaba para que sus gemelos, Martín y Jackita, estuvieran bien, a pesar de su prematura llegada a este mundo.

En su vida perfecta, como la describe en su autobiografía 'La pasarela de mi vida', no había espacio para un parto complicado. Pero el 29 de marzo de 2013, Viernes Santo, la exreina de belleza, actriz y conductora mexicana conocería en carne propia el dolor de perder un hijo; "uno que no se olvida y sigue lastimando el alma mientras dura la consciencia".

Comparte que desde que tiene uso de razón, vivía fascinada por las historias de princesas y la magia de Disney. Juraba ser una de ellas y tuvo que esperar hasta los 31 años finalmente encontrar su príncipe azul en el piloto, abogado y empresario mexicano Martín Fuentes. Se casaron el 1 de octubre de 2011 y desde entonces cada que vez la entrevistaban, la pregunta era la misma: ¿para cuándo encargarán un bebé?

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El embarazo

En 2012, precisa en su libro, alguien le volvió a preguntar cuándo tendría un hijo. Le respondió que pronto, que ese mismo año harían un encargo a la cigüeña.

" Me imaginé entregándole mi deseo al cielo, lo convertí en una luz y lo dejé volar a donde tuviera que llegar", aseguró.

Protagonista de telenovelas como 'Las tontas no van al cielo', 'Heridas de amor' y 'Sortilegio', Jacky Bracamontes estaba enfocada entonces en su nuevo proyecto como jueza en el programa 'La Voz', en México. Cuando llegó a ese show, el productor Miguel Ángel Fox le advirtió: "Ya verás que cuando comience el programa te vas a embarazar".

Y así pasó.

Tan inesperado fue el asunto, que su esposo no estaba con ella cuando confirmó que "el equipo que nació de dos" se ampliaría pronto.

Cien emails y tres días después, Martín Fuentes regresó de su viaje a las islas Guadalupe y juntos acudieron a la revisión médica. No sólo estaba embarazada sino que esperaban gemelos, una niña y un niño. "Desde niña yo sabía que había nacido para ser mamá (...) Era un regalo del cielo. Nada podía ser más perfecto. Desde ese día todos mis pensamientos, todos, fueron para ellos. Decidimos nombrarlos Jacqueline y Martín, preparamos todo multiplicado por dos", detalla en 'La pasarela de mi vida'.

Su 2013 comenzó preñado de esperanzas. Trabajó en 'La Voz' y durante el receso de la Semana Santa, hizo planes para compartir con su familia, como acostumbra desde pequeña. Todo marchaba sobre ruedas, hasta el 26 de marzo. Ese martes, decidió acompañar a su esposo a los 'go-karts' en Chiluca, Atizapán. El camino, lo describe lleno de baches, incómodo. Tenía 34 semanas de embarazo y por primera vez sintió que algo estaba mal.

El parto

Cubrió con fe sus temores de madre primeriza, que esa noche se incrementaron cuando sintió contracciones. No estaba lista para dar a luz, a sus pequeños todavía le faltaban al menos dos semanas de desarrollo para sobrevivir al parto. Se tranquilizó recordando que su médico le había advertido que, acercándose la fecha del nacimiento, un panorama similar podría surgir.

El jueves ya se habían trasladado a Tequesquitengo, al sur de Cuernavaca, donde habían quedado en encontrarse con toda la familia para compartir el resto de la Semana Santa. Las contracciones siguieron, por lo que llamó al doctor Eduardo Torreblanca y le consultó. La orden fue tajante: tienes que ir al hospital.

Sin avisarle a sus familias, Jacky y Martín acudieron juntos al hospital Ángeles del Pedregal. Tras una revisión inicial, se trasladaron al ABC de Santa Fe, donde el doctor Torreblanca miró a la actriz y le advirtió: "Jacky, háblale a tu familia porque tus bebés van a nacer hoy".

En ese momento, confiesa, rompió en llanto. Escuchaba a otros doctores decir que les costaba trabajo detectar los latidos del corazón de uno de los gemelos. "¿Qué está pasando?", preguntaba, sin recibir respuesta siquiera de su esposo, a quien lo autorizaron para grabar el nacimiento de sus gemelos.

Jacky Bracamontes sabía que le habían abierto el vientre y que ya los médicos estaban sacando a su Martín y Jacqueline. Escuchó el primer llanto de uno de ellos: "El grito de vida más hermoso del mundo, el primer sonido de mi hija".

Martín


Miró a su esposo y en su rostro percibió que algo no estaba bien. "¡Díganme qué pasa!", recuerda haber exigido antes de que el doctor Torreblanca le dijera la verdad: "Jacky está bien, Martín mal". No terminaba de hablarle cuando las enfermeras le presentaron a su pequeña hija. "Jacky, mi amor, reza para que tu hermano esté bien", le suplicó antes de que se la llevaran a terapia intensiva pediátrica.

Segundos después, desesperada, gritó: "¡¿Qué pasa con Martín?! ¡¿Qué pasa con mi hijo?!". Y es lo último que recuerda de su cesárea, pues para evitar que su salud se deteriorara más aún, el equipo médico la empujó a un sueño profundo del cual despertó a un reino de devastación. Su hijo Martín había muerto.

"No respiraba. Llevaba así al menos dos días dentro de mi vientre. Su cuerpecito estaba azul", le contó su marido.

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Jacky Bracamontes contará sobre la muerte de su bebé en un capítulo de su libro autobiográfico

"Lloré todos los días y todas las noches que estuve internada, al menos 20, a todas horas y todavía después", narra. Su esposo Martín Fuentes se encargó del acta de defunción del bebé y los demás trámites. "Nunca vi siquiera el video del parto, donde aparecen Jackita y Martín recién salidos de mi vientre. No estaba preparada, todavía no lo estoy", confiesa en su autobiografía.

De esa experiencia han pasado cuatro años. Esta semana, en entrevista telefónica con Univision Entretenimiento, Jacky Bracamontes reitera que la pérdida de un hijo "es algo que nunca se supera... Luchar por superarlo es muy complicado. Más bien luchas por las cosas que te hacen vivir, con el dolor ahí, pero ya sin sufrir".

Se enfoca en sus tres hijas, Jacqueline (mini Jacky), Carolina y Renata. "Significan todo para mí. Son lo más importante, son mi vida esas tres nenas hermosas. Vivo agradecida con Dios y la vida por darme la fortuna de ser mamá", expresa.

En el Día de la Madre y todos los demás,"pienso en mis hijas que están aquí, cerca de mí, las abrazo, las beso mucho y le pido a mi angelito (Martín) que me las siga cuidando".

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