A los haters: por qué el desnudo de Chiquis Rivera sí importa
El 25 de junio, poco después de las 5 de la tarde (hora del este), publicamos en internet un reportaje especial sobre Chiquis Rivera. El trabajo, llamado “Yo soy Janney”: la verdad desnuda de Chiquis Rivera, tuvo un gran impacto mediático tanto en Estados Unidos como en México, y también en redes sociales.
Nuestro objetivo era entender cómo alguien que ha pasado tantas dificultades en su vida, que fue violada, sufrió malos tratos y vio como parte de su familia le daba la espalda, había sido capaz de seguir adelante y mostrarse tan segura de sí misma. Esto es especialmente notable cuando se analiza la relación que Chiquis tiene con su cuerpo.
El reportaje muestra a una aceptó posar desnuda con su celulitis y sus estrías para lanzar un poderoso mensaje: hay que aceptarse y quererse como uno es, digan lo digan los demás.
La respuesta en internet fue muy positiva en general.
Mucha gente aplaudió el gesto, la valentía de Chiquis. Hubo quienes cambiaron su percepción sobre la cantante, a la que le persigue un legado polémico por la relación que mantuvo con su madre, la célebre Jenni Rivera. Varios fueron capaces de ponerse en sus zapatos, y la entendieron.
Cuando Chiquis se expuso en su momento más vulnerable, más frágil, el público conectó con ella.
No faltaron los haters. Estos que siempre están y los esperábamos. Sabíamos -incluida la misma Chiquis- que habría quien aprovecharía para insultarla por su aspecto físico. Hubo palabras de desprecio que brotaron en las redes sociales con una sola intención: hacer daño.
“Me llamarán gorda”, comentó Chiquis en nuestro encuentro el 5 de junio antes de decirme que, al final, eso no le importaba.
La mayor sorpresa que nos hemos llevado con el reportaje fue ver cómo a cada mensaje de odio era respondido con firmeza por otros internautas, la mayoría mujeres, que no querían quedarse calladas ante los bullies que se aferran a la impunidad de las redes para menospreciar a alguien por tener las caderas anchas y las piernas gruesas.
Con su desnudo y su hashtag #EstaSoyYo, Chiquis hizo su mayor ejercicio de honestidad, dio voz a quienes sufren abusos y animó a que más personas planten cara al odio que se aferra a unos estereotipos estéticos que no representan a casi nadie.
Confidence is sexy, asegura Chiquis. Sus palabras resuenan poderosas en el reportaje. Sus imágenes le dan la razón.