Nicolás da con el paradero de su hija en otra ciudad del país, reprochándole a su suegra la acción que fue impulsada por el temor de perder a otra integrante de la familia.

Gracias a la constancia y dedicación en las terapias de rehabilitación, Leonardo está de regreso en sus actividades, pero Nidia se aferra a ser parte de la vida de su nieta.

Tras sufrir un derrame cerebral, Nicolás no es capaz de cuidar de Marisol, la pequeña que tendrá que vivir con la abuela materna que no se ha desprendido del recuerdo de su fallecida hija.

Nicolás es un hombre trabajador y amoroso con su hija, pero aún lamenta la pérdida de su amada Luz María, quien perdió la vida cuando llegó la hora dar a luz a Marisol.

Raquel busca a Leonardo para que se haga cargo del hijo que espera, se casen y la mantenga, si es que quiere que todo salga bien con la llegada del bebé que lleva en el vientre.

Gracias a que Doña Isadora estuvo al pendiente de la vecina, Raquel pagará con cárcel y sus hijos podrán vivir en un ambiente seguro con Leonardo, en casa de los abuelos.