Las dudas que rodean el "arresto colateral" del mexicano Manuel Mosqueda a manos de ICE

LOS ÁNGELES, California.- La familia de Manuel Mosqueda vive con el alma en un hilo desde la mañana del jueves, cuando -según su testimonio- agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) entraron a su complejo de apartamentos en Los Ángeles y lo arrestaron tras descubrir que era indocumentado. Su captura se incluiría en los 160 arrestos realizados por esa agencia federal en seis condados del sur de California durante esta semana.
El arresto se produjo por casualidad, de acuerdo con la versión de su hija Marlene, que este viernes recordaba en una rueda de prensa de CHIRLA (Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles) la experiencia vivida. Su padre, dijo, estaba en el momento y en el lugar equivocado. Los activistas calificaron esa detención como un "arresto colateral". Los oficiales de ICE habían ido a su domicilio buscando a una persona que no se encontraba allí en ese instante.
“Me lo quitaron”, expresó con lágrimas su hija. “Ellos llegaron con un título de ‘policía’ en su espalda. No decía ‘ICE’”, continuó la joven.
Según pudo confirmar CHIRLA, Mosqueda, de 50 años, fue trasladado al centro de detención de ICE en Los Ángeles donde poco tiempo después fue subido a un autobús rumbo a Tijuana para su deportación inmediata. Unas mociones de urgencia lograron frenar su salida del país y el mexicano regresó a Los Ángeles, donde está bajo custodia federal.
El inmigrante, según su abogada, Karla Navarrete, tenía una orden de deportación desde que el hombre fue víctima de un fraude migratorio. Aparentemente, Mosqueda no era una prioridad para ICE, al igual que ocurrió con la mexicana Guadalupe García, quien el miércoles fue a las oficinas de ICE en Phoenix (Arizona) para extender su permiso de estadía en el país mientras se resolvía su caso migratorio en los tribunales, y fue apresada y deportada de forma automática.
Navarrete afirmó a Univision Noticias que los agentes migratorios trataron de impedir que interpusieran peticiones para detener la salida del migrante, que "mintieron" en el plazo para recibir las mociones y sobre lugar donde se encontraba el detenido. “A las 6 de la tarde (del jueves), cuando revisamos dónde estaba el cliente, nos dijeron: ‘oh, ya lleva dos horas de camino hacia Tijuana’”, denunció.
Este caso fue puesto como ejemplo por grupos comunitarios de las consecuencias potenciales del plan migratorio de la istración de Donald Trump. Temen que haya detenciones de inmigrantes que no son objetivo de ICE, que les nieguen defenderse legalmente para acelerar su expulsión del país y que más familias terminen separadas.
“El problema son las tácticas que usan, la falta de información y de transparencia”, dijo Karla Navarrete, abogada de la organización CHIRLA y quien defiende el caso de Mosqueda.
La expulsión de Mosqueda se canceló temporalmente por dos mociones que la abogada sometió ante el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco, y el hombre fue regresado a la cárcel migratoria en Los Ángeles poco antes de llegar a Tijuana, indicó la abogada.
¿Un nuevo patrón?
La directora ejecutiva de CHIRLA, Angélica Salas, equiparó la situación que están viviendo las personas bajo custodia de ICE en el centro de detención de Los Ángeles con lo que ocurrió en los aeropuertos a finales de enero tras el veto temporal de Trump -posteriormente anulado en los tribunales- a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, así como a los refugiados. Los abogados se quejaron entonces de que las personas afectadas no estaban teniendo a apoyo legal antes de ser expulsados.
“Nos preocupa que este sea un patrón”, mencionó Salas. “ICE está negando información y mintiendo a los abogados”, agregó.
“Este actividad aparentemente se enfocó en individuos que tienen viejas órdenes de deportación, pero que no tienen un historial criminal”, detalló la abogada Verónica Barba, quien recibió llamadas de familiares de detenidos, dos de los cuales residen en el vecindario angelino de Van Nuys.
ICE informó este viernes de que en el transcurso de su operación, que transcurrió en seis condados del sur de California entre el lunes y el viernes, se detuvieron a 151 personas con historial delictivo, el 75% por crímenes graves, el resto por delitos menores. También indicaron que diez personas fueron arrestadas por tener causas de deportación pendientes.
La agencia federal reconoció que es una práctica habitual llevarse bajo custodia a individuos que encuentran de forma casual durante sus operativos, si ven que tiene una orden de deportación pendiente. ICE insiste en que el operativo fue similar a los realizados durante la presidencia de Barack Obama y que fueron de carácter selectivo, aunque -según sus propios datos- varios de sus arrestos resultaron aleatorios.
Manuel Mosqueda emigró de la Ciudad de México hace 47 años (cuando apenas tenía tres) y es residente en Van Nuys. Se gana la vida pintando casas y negocios, y no tiene antecedentes criminales, afirmó su hija Marlene.
“El racismo está regresando. Todo por lo que luchamos una vez ha caído”, expresó ella, relatando que al estar en la cárcel de ICE en Los Ángeles se topó con otro drama similar al suyo. “Vi a esta niña pequeña llorando por su padre. Me impactó mucho porque no podíamos hacer nada”, contó.
A decir de Kevin de León, presidente del Senado de California y quien estuvo presente en la conferencia en las oficinas de CHIRLA, la istración Trump debe actuar de manera correcta y humana. “Negar a la defensa legal es inconstitucional”, recalcó.
La abogada Navarrete aseguró que ha notado un cambio de actitud en los agentes migratorios y teme que se deba a las órdenes ejecutivas de Trump.
“Los oficiales se armaron de valor y de arrogancia al decir ‘las cosas han cambiado’. Están diciendo que todos (los detenidos) son prioridad, no les importan los casos, su trabajo es deportar”, señaló Navarrete.
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